¡El Celta brilla con fuerza en su duelo contra la Real Sociedad!
El Celta protagonizó un magnífico partido en Balaídos, donde se mostró como un equipo extremadamente sólido, superando a una Real Sociedad que vio interrumpida su notable racha de seis encuentros sin perder. Pablo Durán, con sus dos goles, y la destacada actuación de jugadores como Moriba, Alfon y Borja Iglesias resultaron demasiado para un conjunto vasco que mostró poca mordiente, sintiendo de manera significativa la ausencia de Zubimendi y siendo superado desde el primer minuto del encuentro. El Celta, en su feudo, se presenta como un rival casi imbatible. Solo el Real Madrid y el Atlético de Madrid han logrado vencer a un equipo que ha conseguido 17 de sus 24 puntos en Balaídos. El Celta, en casa, es sinónimo de éxito. Así lo experimentó la Real, que había conquistado sus seis partidos anteriores en este estadio, pero se retiró derrotada y sin ofrecer prácticamente resistencia. La excepcional actuación del Celta, brillante en varios momentos, desmanteló a su tradicional enemigo. Y esto ocurrió sin Iago Aspas, quien, lesionado, no disputó ni un solo minuto.
Claudio Giráldez encontró premio a su propuesta. Su apuesta por los jóvenes valores de la cantera surtió efecto ante una Real sobrepasada por la vitalidad gallega. Desde el primer minuto, el Celta se impuso al conjunto vasco, salvado por Remiro con sus paradas y las coberturas de Zubeldia, pero finalmente superado por un Pablo Durán imparable. A sus 23 años, el delantero jugaba hace tres en el Porriño, en Regional. Ahora está rompiendo en un atacante de Primera. Su remate en el primer gol fue perfecto para batir a Remiro desde el borde del área. En el segundo, en el tiempo de prolongación de la primera mitad, estuvo bien colocado para rematar bajo palos un pase de Alfon. La jugada del Celta fue un primor desde la salida desde atrás del conjunto gallego. La Real no dio ninguna señal de peligro en un primer tiempo muy flojo.
Imanol hizo tres cambios al descanso, descontento con el bajo rendimiento de los suyos. Oskarsson, Martin y Becker entraron en el terreno de juego. La Real apretó algo, pero nunca encontró la forma de hacerle daño a un Celta que se manejó muy bien al contragolpe. Pablo Durán hizo el tercer tanto, invalidado por un fuera de juego previo de Borja, y fue el equipo local el que siguió gozando de ocasiones. Sin respuestas, Imanol sacó del campo a su capitán, Oyarzabal, en un signo claro de rendición. La Real, en uno de sus campos preferidos, no daba pie con bola. Balaídos estalló de felicidad con el triunfo y el buen hacer de un equipo con muy buena pinta. En casa es muy fiable. Sufre más fuera, donde sus jóvenes futbolistas deben formalizar su periodo de maduración. Hay futuro en Vigo, sin duda, con los puestos europeos bastante cerca.